Recuperando la Cultura de Sostenibilidad y la Autonomía

Dra. Myrna Cunningham

En la memoria histórica colectiva de los pueblos Indígenas y comunidades étnicas de la Costa Caribe, flota el recuerdo de los “good old times”, cuando estuvieron las empresas transnacionales, como el paradigma de desarrollo. Quisiera ilustrar un poco ese modelo de desarrollo, para analizar posteriormente, las opciones alternativas que podemos promover desde nuestro espacio: el académico. En el contexto de la autonomía regional, a partir del concepto de cultura de sostenibilidad, para sustituir el concepto de desarrollo sostenible, por considerarlo más adecuado a la visión del mundo y al proceso de construcción de relaciones interculturales que estamos impulsando.

Entre 1924 y 1929 surgió en una “barranca de arena, no lejos de la desembocadura del Río Wawa” una ciudad portuaria con modernas instalaciones industriales y líneas de comunicación. Tenía dos grandes aserraderos, un muelle, una vía de ferrocarril de 100 kilómetros hacia el Interior. Las inversiones de la Cia. Bragman ‘s Bluff habían sumado 13 millones de dólares de Estados Unidos.

La exportación bananera llegó en 1929 a 4 millones de racimos, alcanzando así la importancia del café para la economía nacional. La Bragman s se convirtió en el mayor empresario de Nicaragua. Los cambios fueron tan importantes que hasta la Iglesia Morava, que hasta entonces tenia su sede en Bluefields, se trasladó en 1927 a Puerto Cabezas, para “concentrar su labor en los miskitus y su mus”.

El Obispo Mueller, describió a Puerto Cabezas en 1928 como: “una ciudad “blanca”, industrial y administrativa de aproximadamente 2,500 habitantes, la mayoría de ellos ingleses y norteamericanos. La ciudad dispone de un muelle bien construido, una fábrica de hielo, un comisariato, estación de ferrocarril con depósito de máquinas y talleres y sobre todo un aserrío con capacidad de unos 55,000 pies cuadrados diarios”.

Agregaba “tiene un buen hospital, un club social respetable, campos deportivos y canchas de tenis.” Señalaba que se encontraba el “cuartel general de los marinos norteamericanos con una guarnición de tamaño respetable, un buque de guerra norteamericano estacionado en el puerto y dos aviones militares permanente-mente disponibles en el campo de aterrizaje. Todas las casas son propiedad de la compañía, se las alquila a los empleados.”

“Más o menos a una milla al norte de la ciudad, siguiendo el curso de una calle buena y pavimentada, encontramos las aldeas de Bilwi Nuevo y Bilwi Viejo, con unos 1000 a 1500 habitantes, en su mayoría creoles e indígenas, pero también incluyendo a unos alemanes, norteamericanos y sobre todo chinos con sus negocios”

Como puede observarse, la compañía determinaba casi todo en la ciudad. Poseía y alquilaba las casas; los alimentos y bienes de consumo venían de Estados Unidos, controlaba las líneas de comunicación, mantenía la policía del Gobierno. Todos los lugares de encuentro social eran privados, con excepción de la Iglesia Morava, los bares y los burdeles.

La influencia de la Compañía en Managua era importante. Por ejemplo, para un golpe de Estado dirigido por Emiliano Chamorro, éste recibió 50,000 dólares para impedir que subiese el Impuesto de exportación del banano, o cuando alojaron al Presidente Sacasa en 1926.

Según un enviado del Gobierno, (Ruiz, 1925) los barrios estaban divididos por raza con la siguiente Jerarquía: extranjeros, creoles, españoles o mestizos, miskitus y sumus. Se correspondía con el escalafón en el nivel de vivienda. Cada grupo conservaba su cohesión social, su idioma y modo de vida propio a pesar de la estrecha vecindad. Cada jornalero ganaba 40 córdobas al mes,

(que era el doble de lo que ganaba en el resto del país), sin embargo agrega que la vida en el enclave era sumamente cara. De los 40 córdobas le descontaban 18 para la comida, .80 para costos médicos, 5 para la habitación mensual. Le quedaban 16 al mes. Para una familia apenas servía para sobrevivir. El trabajo nocturno extra, no era remunerado. No había protección laboral para los trabajadores: cuando moría un obrero, eventualmente la Cía. corría con los gas-tos del funeral, si quería.

El mayor problema era la Inseguridad de los puestos de trabajo. Usaba tecnología moderna, por lo tanto, el uso de mano de obra intensiva era sólo al principio, para la Instalación de la maquinaria. Después se redujo el número de trabajadores. Los des-pedidos no tenían otra opción en la región, tenían que emigrar. La situación social, por lo tanto, era un hervidero de conflictos. Sin embargo, la heterogeneidad de la mano de obra, les impedía ponerse de acuerdo para organizarse. Eran comunes los conflictos interétnicos.

En 1925 hubo una acción de protesta de los trabajadores mestizos contra la admisión de trabajadores negros. Así lo vemos en un informe del Gerente:

Lo que no decía el gerente era que una política esencia! del sistema de trabajo era promover confrontaciones raciales, así se observa en una carta de trabajadores mestizos al Gobierno:

“Nosotros pedimos al Gobierno la absoluta prohibición de la entrada de negros al país. Porque ellos envuelven la degeneración de nuestra raza ...

Al mismo tiempo se hacía evidente otro problema agudo. La Comisión Tituladora de tierras del Gobierno Central había vendido a la Cía. 20,000 Has. de tierras comunales a precios irrisorios.

A pesar de las enérgicas protestas del síndico, Noah Columbus, la ciudad se construyó sobre tierras comunales. La explicación del delegado de gobierno central que viajó a la Región para ver el caso alegó que “el título carecía de validez porque la aldea misquita no existía desde el Siglo XIX, y sus habitantes habían regresado a su modo tradicional de vida, nómada”

Esta lectura, nos remonta a una experiencia de modelo de desarrollo derivado del contacto con otras culturas, donde los ejes de orientación eran la extracción productivista, la comercialización y el mercado.

Evidentemente, esas experiencias no consideraron las posibilidades de sostenibilidad.

Para la desgracia de los costeños/as, ese modelo se ha repetido de forma cíclica a lo largo de la historia de colonización externa e interna; cada vez en contextos totalmente diferentes. Hoy, nuevamente las Regiones Autónomas enfrentan nuevamente la implantación de un modelo de desarrollo externo basado en la extracción y explotación de recursos naturales, sumado, como en ocasiones anteriores, a la usurpación de los territorios costeños.

No haré un recuento. Basta leer los periódicos, viajar por aire, por tierra, por mar. El avance brutal de la frontera agrícola a un ritmo de casi 150,000 Has.

Por año, las concesiones pesqueras, los contratos de aprovechamiento de maderas, las ventas de cayos y tierras comunales, el robo de recursos de biodiversidad, la erosión de los suelos en las márgenes de los ríos, la desaparición y contaminación de fuentes de agua.

Si partimos de que el modelo de desarrolló que adopten las Regiones Autónomas está en dependencia del uso de los recursos naturales, también tenemos que aceptar que las formas de organización que las comunidades adoptan, también están en relación con la gestión y control de sus recursos naturales (Incluyendo claro está, el territorio}.

Las comunidades costeñas se encuentran ante una disyuntiva:

Esto determina que en la Región se Identifiquen al menos, dos formas de organización para la gestión de recursos naturales y territorios (para el desarrollo de las comunidades).

En el primer caso, hay lo que podríamos llamar semillas de “empresas”, pequeños productores, asociaciones que promueven formas de organización que buscan Incidir sobre los que definen políticas o recursos, atraer inversionistas, producir, vender o hacer trueque. Generalmente tienen muy poca relación con las otras for-mas organizativas (con excepción de los territorios indígenas más grandes).

La otra forma de organización que identificamos, es básicamente para el establecimiento de mecanismos de control sobre los recursos: Consejos de Ancianos, Síndicos, otros; combinados con mecanismos de resistencia, rebelión, entre otros,

Estas Instancias tienen el mandato de definir derechos y hacer que se apliquen, reconfigurando a nivel local y regional relaciones de poder entre comunidades, pueblos y tipos de autoridades.

Realmente no identificamos estructuras creadas para retomar la producción y el Intercambio entre las comunidades, con propósitos o visiones comunes que Incidan sobre las prácticas de sostenibilidad.

Estos procesos se dan en un contexto muy complejo en el que Inciden con la misma fuerza factores locales, nacionales e internacionales.

A nivel de la comunidad multiétnica costeña

Entre los procesos, vinculados al proceso de autonomía cabe señalar los siguientes:

A nivel del Estado Nicaragüense

A pesar de que Nicaragua se encuentra como país comprometido con un proceso de unidad nacional respetuosa de la diversidad étnica y cultural por mandato constitucional, los procesos de reforma y modernización del Estado se están llevando a cabo con el consecuente desconocimiento e lnvislbillzaclón del Estatuto de Autonomía Regional vigente.

A nivel de la comunidad internacional

Pueden Identificarse las dinámicas desde las ONG, las agencias bi y multilaterales, hasta las empresas transnacionales entre las cuales también inciden las que se dedican al tráfico de drogas o armas. A nivel de las Reglones Autónomas cabe destacar los siguientes aspectos:

En todos los casos, hay momentos y procesos en que se acercan determinadas dinámicas. Por ejemplo, las relaciones entre las ONG internacionales y las políticas de sus países, o las coincidencias o puntos de vista entre el movimiento social costeño con el movimiento social nacional. O en otro sentido, las coincidencias entre las políticas del Gobierno Nicaragüense y el mercado internacional.

El desafío de una Universidad Intercultural

Las preguntas que habrá que hacerse desde la Universidad, de cara a la necesidad de definir un modelo de desarrollo con identidad costeña basada en la gestión adecuada de los recursos naturales son, qué tipo de recursos humanos está formando? ¿ Para trabajar con comunidades centradas en la auto subsistencia y la convivencia o, comunidades centradas en la extracción y explotación de recursos propios y ajenos? ¿Cuál es fa propuesta de sostenibilidad a la que apostamos desde la Universidad? ¿ Cómo evitar reeditar la historia de las economías de enclave?.

En ese contexto, la comunidad de URACCAN se ha plantea-do que su misión como institución, es contribuir al fortalecimiento del proceso de autonomía de la Costa Caribe Nicaragüense mediante la capacitación y profesionalización de recursos humanos, aplicando nuevos paradigmas pedagógicos y educativos que articulen los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas y comunidades étnicas, con la ciencia occidental.

Formar recursos humanos de los pueblos indígenas y comunidades étnicas de la Costa Caribe de Nicaragua con capacidad ética, intelectual y técnica que les permita acceder al poder, desarrollar su capacidad de autogestión y así Insertarse en el proceso de construir y profundizar la Autonomía Regional Multiétnica.

Como pilar de la estrategia de desarrollo regional y pieza clave para lograr el cabal ejercicio de los derechos históricos y fortalecimientos de la democracia en la región, URACCAN promueve la formación de líderes a través de la adquisición de conocimientos, comprensión y sabiduría necesarios para que los pueblos indígenas y comunidades étnicas puedan ejercer con responsabilidad y eficiencia sus derechos económicos, políticos, sociales culturales y ecológicos en las zonas donde tradicionalmente han vivido.

La visión de URACCAN hasta el año 2005, la define como una Institución de educación superior intercultural, que promueve el fortalecimiento de la Autonomía Regional a través del acompañamiento de procesos de autogestión comunitarias, trabaja por la unidad multiétnica costeña y forma hombres y mujeres de los pueblos Indígenas y comunidades étnicas.

Los elementos del marco estratégico, son los siguientes:

Se retoman a sí mismo, los ejes transversales, como son:

A fin de cumplir con la misión, visión, objetivos, se ha definido que las funciones básicas de URACCAN son la docencia, investigación y extensión comunitaria. Se ha organizado, al menos teóricamente de forma que cada una se enriquece de la otra de una forma interdependiente. Las mismas también responden a los objetivos constitutivos de URACCAN, donde se plantea que la Institución “sirva como el laboratorio del proceso de Autonomía Regional”.

Cultura de sostenibilidad

El planteamiento central es que a partir de la reconstrucción de tejidos sociales basados en sus propios sistemas de generación y recreación de conocimientos, los propios actores locales además de afirmar su “autogobernancia”, incidirán sobre poderes propios y externos en la toma de decisiones técnicas, políticas y económicas para recuperar la cultura de sostenibilidad.

Entre algunos elementos centrales de sostenibilidad que destaca Brenes están:

Uso de servicios ambientales para fines culturales y recreativos como el agua, ríos, criques, sitios espirituales, especies sagradas, senderos, etc.

El hecho es que en la vida cotidiana de las comunidades y pueblos hay prácticas enmarcadas en sus sistemas de creencias y valores que producen y reproducen normas, prohibiciones, permisos fundamentados en historias y leyendas que colocan a las personas en obediencia y permisividad.

Reconocemos en ello la unidad entre los recursos naturales y los elementos culturales determinantes para las alternativas de organización. Ahora bien, la cultura de sostenibilidad ha variado al ponerse en contacto las diferentes culturas, dependiendo del grado de incidencia sobre sus instituciones, el respeto y convivencia con la naturaleza que hayan demostrado. Algunos elementos, a tomar en cuenta son:

Desde el punto de vista organizativo, por el enorme peso que tiene en la vida cotidiana la convivencia y relación con el entorno natural así como el uso y aprovechamiento de los recursos naturales, vemos su alta incidencia sobre la cultura organizativa. De forma que pueden identificarse:

Las organizaciones en términos generales, están basadas en relaciones de parentesco y comunitarias y tienen básicamente un asidero territorial. En ese marco es que se establecen los acuerdos con otros grupos y otros sectores.

La organización por lo tanto se da en tres niveles: hacia adentro ( de la comunidad, territorio, pueblo o comunidad étnica, tales como el papel de los sukias, wihtas, ancianos y las expresiones a través del talamana, panana, otros); hacia afuera ( empresas, municipio, gobierno regional, gobierno central, tales como el rol de SUKAWALA, PCAC) y; el tercer nivel, es la búsqueda de equilibrio entre las dinámicas internas y externas, tales como WOULA, Consejos Regionales, Municipales, Consejo de Ancianos, UCA.

En este sentido, pueden ubicarse los espacios autonómicos señala· dos anteriormente. Obviamente, Incide mucho la capacidad del liderazgo, su grado de autonomía, el nivel de cohesión del grupo o comunidad.

Cobran mucha relevancia las formas tradicionales de educación endógena en comunidades de Nicaragua, que se basan en el ejempló, los consejos, aprender haciendo y que están basadas en los siguientes principios:

Cobra mucha importancia, entender que para promover y estimular los procesos organizativos, en vez de promover liderazgos Individuales (con capacidades técnicas, políticas y económicas}, se debe apoyar la recomposición y fortalecimiento de los propios tejidos sociales de los pueblos indígenas y comunidades étnicas.

El tipo de educación que queremos

Por lo tanto, para promover una recuperación de la cultura de sostenibilidad, la educación superior en la Costa Atlántica, “debe ser estructurada sobre la transmisión de sistemas integrados de conocimiento holístico y enraizarse en la fuerza viva de la espiritualidad de los pueblos indígenas y comunidades étnicas, que pueda permitir el enriquecimiento de valores éticos y humanistas. La finalidad de la educación ( en este caso referida a la educación superior), debe ser realista y práctica, debe también reflejar la riqueza espiritual de las cosmogonías y de las filosofías indígenas, fuentes inagotables de sabiduría y de equilibrio armónico del ser humano con su tierra, en su pueblo” (Informe sobre el Seminario sobre la Educación Superior y los Pueblos Indígenas, Comisión de Derechos Humanos, ONU, 1999).

El planteamiento de educación Indígena coincide con las propuestas afrolatinas, al señalar que la educación debe “desarrollar el potencial de cada ser humano, fortaleciendo nuestra identidad ancestral, generando en cada miembro y mimbra de nuestras comunidades la motivación para lograr su máximo potencial de desarrollo humano” (Declaración San Pedro Sula, 1997).

También coinciden al señalar que se debe tomar en cuenta que sus “proyectos de educación deben ser de alta calidad, que comprendan la formación de una persona y del pueblo indígena en posesión de su cultura y también que conviva en un mundo en constante cambio y desarrollo” (Seminario de la ONU sobre Educación Superior y Pueblos Indígenas, Costa Rica, 1999)

Entre los tres ejes identificados para el fortalecimiento y la Implantación de Instituciones de educación superior están:

  1. Sistematizar el conocimiento que existe y se practica común-mente en las comunidades, conocimiento que nunca dejó de ser producido, conservado y transmitido. El papel de la educación superior es identificarlo, formalizarlo, volverlo accesible y adaptado a las condiciones actuales de vida de las comunidades y de producir nuevos Instrumentos metodológicos.
  2. Hacer de la educación superior un instrumento colectivo para el provecho de las comunidades, respondiendo a los imperativos económicos de apoderamiento de las comunidades costeñas y de creación y gestión de soluciones propias.
  3. Promover y proteger la propiedad intelectual colectiva.

Conclusiones

En el concepto de recuperación de la sostenibilidad, las personas y la cultura (sus normas y reglas de convivencia con la naturaleza y con los demás) son el centro del desarrollo. Se trata de retomar el desafío de restituir la creatividad, la innovación, la generación del saber como bases de un paradigma alternativo de desarrollo. La generación del saber colectivo para el bien común se muestra como la institución cultural principal. En ese contexto, se enmarca la iniciativa de Universidad Intercultural que promovemos. Consideramos que la visión de Integridad es lo que potencia las capacidades de gestión y autogestión, de construcción de la autonomía y de la Inserción equitativa y en relaciones simétricas entre comunidades, regiones y naciones. La clave consiste en reconocer que precisamente la sostenibilidad, está en articulación de capacidades diversas que se complementan y se potencian en el conjunto, estableciendo verdaderos acuerdos interculturales.

En esa propuesta, planteamos indispensable la recomposición de los tejidos sociales, de las relaciones sociales basadas en la cooperación, colaboración, complementariedad desde los niveles locales hasta el ámbito Internacional. La recreación cultural emerge precisamente de la capacidad de esa inmensa red humana de potenciar desde el poder local y, a partir de su peso, movilizar los poderes en los otros ámbitos.

Por lo tanto, ese sistema sólo podrá dar respuesta, en la medida en que se relacione con otras culturas, restableciendo relaciones de asociatividad, capaces de colocarse en posición de solidaridad, complementariedad y apoyo.

De allí también la importancia de generar capacidades humanas e Institucionales, capaces de diseñar y llevar a cabo de forma exitosa, acuerdos de colaboración entre pueblos y culturas.

Creemos firmemente que para transformar y reequilibrar las formas y capacidades de los pueblos en el actual contexto mundial, debemos de cuidar “como plantitas· esas relaciones. Debemos alimentarlas para que sean bases firmes para la reconstitución de los tejidos sociales entre familias, comunidades y pueblos.

La afirmación de la propia identidad y la autovaloración-autoestima son indispensables para conservar lo propio, pero también lo son para invitar a otros pueblos a comprender sus propias realidades y cultura, para alimentar y enriquecer el encuentro respetuoso entre culturas y, ser capaces de aportar de forma enriquecedora en la construcción de una verdadera interculturalidad. Sólo con esa base podremos Impulsar agendas compartidas y estrategias de acción conjuntas para hacerle frente a los enormes

desafíos de la globalización.

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