Soy agente de cambio, soy URACCAN: Apuesta por una educación liberadora

Sasha Castillo Ordóñez1

Introducción

El ejercicio del derecho a una educación intercultural desde la perspectiva de género, en el marco autonómico, como parte del reconocimiento de nuevas formas de ciudadanía es el objetivo de desarrollo del proyecto “Educación Liberadora para Ciudadanías Interculturales de Género”. El proyecto es ejecutado por el Centro de Estudios e Información de la Mujer Multiétnica, CEIMM-URACCAN, con el financiamiento solidario del Fondo de Asistencia Internacional de Estudiantes y Académicos de SAIH Noruega.

Figura 1. Características de Agentes de Cambio de Nueva Guinea y población estudiantil del recinto.

Durante los tres años del proyecto (2013-2015) se espera se desarrolle una conciencia crítica intercultural de género en el marco del modelo pedagógico de la universidad comunitaria intercultural, URACCAN. Una de las acciones para aportar a este objetivo, es la creación de un espacio de diálogo y construcción de saberes con 80 agentes de cambio (jóvenes mujeres y hombres de los diferentes pueblos y carreras de URACCAN), en materia de derechos, desde una educación liberadora en pro de la construcción de ciudadanías interculturales de género. Este proceso, que a la vez es proyecto piloto, tiene cobertura en los cuatro recintos de URACCAN, y está dirigido a acompañar a los estudiantes desde su primer año de carrera, de una manera sistemática y cercana.

Para la formación de los grupos de agentes de cambio se identificaron criterios de selección, dentro de los estudiantes de primer año, que permitirían tener grupos con representación étnica, de género, edad y procedencia, entre otras formas de identidad. Multiplicidad de identidades que faciliten la construcción de espacios en los que se desarrollan los debates e intercambios entre agentes, de tal manera que promuevan la inclusión por medio de ambientes interculturales, libres de discriminación, violencia u otras formas conexas de intolerancia. Todo ello en el marco del ejercicio pleno de los derechos individuales y colectivos de las personas. Los grupos de agentes de cambio en cada recinto responden a su vez a la naturaleza y características de la población estudiantil de su recinto, lo que se refleja igualmente en la propia composición de cada uno (ver ilustraciones 1 y 2).

Aprendiendo a decir nuestra palabra: Educación Liberadora

Figura 2. Comparación entre matricula general de URACCAN Bluefields y agentes de Cambio.

En el transcurso del proceso, los agentes de cambio han tenido la oportunidad de analizar qué entienden por una Educación Liberadora, por Ciudadanías Interculturales o por la definición misma del concepto “Agente de Cambio”, entre otros. Definiciones que tienen como elemento común, el hecho de que las personas son responsables y dueñas de su proceso de aprendizaje, bajo el principio de que la enseñanza debe ser un acompañamiento en diálogo y respeto. En este sentido, en sus intervenciones, los agentes dicen “las palabras”, transforman la realidad.

A juicio de los propios agentes de cambio, se ha demostrado que el viejo modelo de educación no está dando resultados, porque el estudiante debe ser partícipe y crear el conocimiento. La capacidad de imaginar y crear del ser humano se corta y se bloquea con el modelo de educación del antaño (intervención agente de Bluefields, Alvarado, F., 2013).

“Las personas necesitamos alimentarnos de otras cosas, no sólo de conceptos. Si un docente sólo te llena de conceptos, ¿dónde queda lo que nosotros sabemos? También nosotros podemos enriquecer con nuestros propios aprendizajes y conocimientos”, expresa una agente de cambio en Bluefields durante el desarrollo de una sesión debate. El intercambio de conocimientos, como elemento clave de la educación liberadora, parte de la premisa de que la persona tiene un bagaje de conocimientos previos desde su realidad y contexto. A partir de esos conocimientos es que se proponen las transformaciones desde los espacios particulares de cada uno.

“Tenemos la capacidad de crear, por algo somos hechos a imagen y semejanza de Dios. Cuando nosotros ponemos nuestros propios conceptos, estamos construyendo también ese mundo de la conciencia”.

Algo importante que dice la lectura [retomado de artículo “La educación que tenemos roba a los jóvenes la consciencia, el tiempo y la vida” basado en entrevista con Claudio Naranjo] “por mucho que se levante la bandera de la democracia, se le tiene mucho miedo a la gente que tiene voz y que tiene consciencia. La clase política no está dispuesta a apostar por la educación.”

El mundo se está yendo a pique” enuncia Naranjo, C., expresión que es analizada por la agente de cambio, Virginia, para quien “entre más tengamos que memorizar, aprender y repetir, no estaremos analizando, pensando ni creando. Creo que por eso Nicaragua muy poco avanza, porque no creamos, sólo repetimos conceptos que a veces ni los docentes saben qué significan.

El proceso de acompañamiento en la formación de las y los agentes de cambio en cada uno de los recintos de nuestra casa de estudios, responde a la gran necesidad de “una educación para evolucionar, para que la gente sea lo que podría ser” como señala Naranjo en su entrevista (Creadess, 2013).

Pero, ¿qué entendemos por agentes de cambio? ¿Qué hace un agente? y ¿Qué características comunes comparten?

Los agentes de cambio de Bluefields se han auto nombrado “Metanoia”, palabra que para ellas y ellos refleja la transformación profunda y el cambio que buscan como individuos y como grupo.

“La capacidad de proponer alternativas que tengan incidencia fuerte en nuestros espacios, cambiar o ampliar nuestra cosmovisión y ayudar a la transformación de paradigmas sociales. Después de este proceso podemos tener la capacidad, el conocimiento, la experiencia por compartir con muchas personas, el presentar propuestas en nuestros círculos de convivencia, propuestas distintas para hacer cambios desde nosotros para lograr incidencia externa” (Quintanilla, L., 2013).

El ser agentes de cambio nos hace ser personas competentes, que reconozcamos los derechos que tenemos todos y todas, involucrar a esos pueblos que están aislados, que no tienen participación. Un agente de cambio implica involucrarlos, que todos participen activamente con iguales oportunidades, que haya una interculturalidad (Hernández, L., 2013).

Figura 3. Decir nuestra palabra: El agente de cambio.

“El papel de los agentes de cambio es demostrar que somos capaces de marcar la diferencia, con interés de crear en nosotros mismos conocimientos que puedan servir como ejemplo para los demás” (Grupo de Agentes Nueva Guinea, Noviembre 2013).

“Se espera crear personas que puedan tener metas, propósitos en la vida y que formen parte de la vida de los demás; transmitiendo conocimientos positivos para que tengan seguridad y crean en ellos mismos”. “Tener la visión de ayudar a las demás personas a concientizar a las familias de la forma que podemos vivir una vida mejor”.

Los y las agentes de cambio, desde Nueva Guinea “esperan mejorar la forma de vida de muchos jóvenes en nuestro municipio, es decir cambiar sus formas de pensar por una forma más constructiva,… debemos interiorizar lo que aprendemos para después transmitirlo a las personas”.

Ser agente de cambio es una apuesta por “mejorar nuestro diario vivir y saber que jugamos el papel de informar a la población de lo que sucede en nuestro municipio”. “Espero que haya un rayo de luz y de esperanza para la oscuridad, que se ha logrado por tanta maldad en este mundo”, es la expectativa de otro de los agentes de cambio (Nueva Guinea, 2013).

Figura 4. Elaboración propia en base a intervenciones de agentes de cambio

Conclusiones

El proceso comenzado envuelve muchos desafíos y retos, pero a la vez simboliza la renovación, una vez más del compromiso de la universidad URACCAN, en este caso a través de su centro

CEIMM, por la construcción de relaciones interculturales de género respetuosas de la diversidad. Proceso al que los agentes de cambios también apuestan esperando “tener la sabiduría de transmitir los conocimientos aprendidos para que las demás personas también transmitan la sabiduría, como una cadena” (Nueva Guinea, 2013)

Expectativas Agentes Siuna:

“Me he planteado que una vez terminado este proceso halla fortalecido mis conocimientos, mejorado en la práctica de los valores éticos y morales que vayan a contribuir con la práctica de solidaridad, el respeto a las diferentes etnias y culturas, como ejemplo para los demás y también como grupo… me gustaría que fuéramos un grupo bastante activo, eficiente, responsable y que siempre luchemos para seguir adelante” (Trujillo, T.).

“… vamos a compartir nuestros conocimientos con los demás estudiantes, promover la interculturalidad. …me siento muy agradecido de pertenecer a este grupo. También me siento con el compromiso de compartir con el sector discapacitado. Estoy orgulloso de participar en esta oportunidad que me han dado: ya no se ven muchos espacios como estos para los estudiantes en la universidad” (Dixon, M.).

“la palabra lo dice, agentes de cambio, hacer nuevas cosas. Quisiera ver este grupo muy unido, bien organizado, hacer buenas cosas seguras de nosotras mismas…” (Suarez, M.).

“una educación liberadora para la ciudadanía pondrá en práctica el género, la interculturalidad. Debemos de ser creativos, innovadores, para contribuir con el desarrollo de la región” (Martínez, N.).

Bibliografía

Creadess, Cooperación en Red Euro Americana para el Desarrollo Sostenible (2013). La educación que tenemos roba a los jóvenes la conciencia, el tiempo y la vida. Consultado el 10 de Septiembre en: http://www.creadess.org/index.php/informate/de-interes/articulos-de- tiempo-y-la-vida


1 Master en Educación Intercultural Multilingüe, Asesora Metodológica Proyecto Educación Liberadora para Ciudadanías Interculturales de Género. lexeiordonez2012@gmail.com

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