Octavio Paz, único Premio Nobel de Literatura mexicano

Fredy Valiente 1

Inmóvil en la luz pero danzante

O.P.

El escritor y poeta hispánico de todos los tiempos (1914-1998) es el único Premio Nobel mexicano. El último latinoamericano en recibir este premio, el peruano Mario Vargas Llosa, expresó su deseo de que el siguiente autor de la lengua en recibirlo fuera el mexicano Carlos Fuentes. El amado Fuentes antes había manifestado: “Cuando se lo dieron a García Márquez (1982) me lo dieron a mí, a mi generación, a la novela latinoamericana que nosotros representamos en un momento dado. De manera que yo me doy por premiado”2. Octavio Paz en géneros literarios abarcó poemas, ensayos, traducciones. Fenecido su padre en 1936, se trasladó a España para combatir con los republicanos en la guerra civil, en la Alianza de Intelectuales Antifascistas. También denunció los campos de concentración soviéticos y se opuso a los crímenes de Stalin en 1951. En 1945 comenzó a servir como diplomático mexicano, y destinado a Francia permaneció en París, la Ciudad Luz, hasta 1951, donde tuvo influencia de los surrealistas. Durante esa estancia, en 1950, publicó El laberinto de la soledad.


Soy hombre: duro poco

y es enorme la noche.

Pero miro hacia arriba:

las estrellas escriben.

Sin entender comprendo:

también soy escritura

y en este mismo instante

alguien me deletrea.


O.P. “Hermandad”, Árbol adentro, p. 37.


Paz se ha expresado, especialmente en El surrealismo y en André Breton o la búsqueda del comienzo, igualmente en su respuesta al cuestionario de André Breton sobre el arte mágico y además varias veces en su libro poetológico: El arco y la lira. Vamos a escoger un solo texto: Noche en claro, de la colección Salamandra (publicada en 1962 y que contiene textos compuestos entre 1958 y 1961), texto que alude al surrealismo por estar dedicado a los poetas André Breton y Benjamín Péret. Se presenta, como recuerdo de 1946. Benjamín Péret, - dice Octavio Paz en otro sitio, “me llevó al café de la Place Blanche. Durante una larga temporada vi a Breton con frecuencia”. La poesía de Octavio Paz es permanencia y fuga, ecuaciones siderales con calendarios grabados en dioritas, elevada en ritos piramidales de jade y obsidiana desde el grito del subconsciente de Mesoamérica.

Su creencia es la afirmación en el mapa imaginario y concreto de la interculturalidad en la esencial heterogeneidad del ser en su complementariedad de diálogo permanente con la transculturalidad; pero, sin esperar que el acto de su producción sea ya un acontecimiento modificador de la vida social. Conoce las Matrices Milenarias del mundo precolombino, africano, asiático y particularmente la Matriz Centenaria Occidental y, las perpetua como un cuadro pictórico, relaciones estrechas con los comienzos de la modernidad-, es decir con ciertos autores del siglo XIX francés y el romanticismo alemán, en particular con Novalis, sin que haya contradicción con la propia originalidad. De ahí nace ese mundo de surrealismo francés con latinoamericano.

En 1968, estaba en Nueva Delhi, India, cuando tuvo lugar la masacre de Tlatelolco como parte del Movimiento de 1968 en México el 2 de octubre. En protesta renunció a su embajada. En los próximos años enseñará en diversas universidades estadounidenses, como las de Texas, Austin, Pittsburgh, Pensylvania, Harvard. “¿soy el mismo, soy otro?” con resonancia borgiana. “En silencio me escucho: escribo, borro, escribo y al filo de esta pausa me inventa una palabra”. Esa “Hora” que Octavio invoca y a decir de Xavier Villaurrutia: de crisis y decisión interna.

Octavio es libertad de un mar inmenso con un velero rojo

Su estilo es una experimentación e inconformismo. En Libertad bajo palabra el poeta denuncia a la sociedad moderna, el enfrentamiento del hombre con su contemporaneidad; sin embargo, es celebración de un pasado prehispánico unida a la reflexión sobre los horrores de la Segunda Guerra Mundial. En Libertad bajo palabra el poema “Fuente”, imagen central de su obra: un ser que fluye, símil del tiempo poético.

Una de las obsesiones es huir del tiempo para crear el suyo propio y la otredad a un soplo del génesis y la transversalidad en la temática de interculturalidad que denota su humanismo; así ha creado una poesía espacial: topoemas. Significación opuesta a la típica poesía temporal y discursiva. La poesía es encuentro, don. La filosofía busca, requiere un método. La poética de Octavio es muestra de fines poéticos y filosóficos: encuentro de la existencia por medio de la revelación poética y por otro es la mirada a los problemas esenciales del ser a decir de Heidegger.

La estación violenta (1958), conjunto de nueve poemas donde se desprende una vena temática justo el instante en la confluencia del pasado, entrecruzamiento en el presente para así develar el sentido del tiempo y del ser.

La poesía es la memoria de los pueblos y una de sus funciones, quizá la primordial, es precisamente la transfiguración del pasado en presencia viva. La poesía exorciza el pasado; así vuelve habitable al presente. Todos los tiempos, del tiempo mítico largo como un milenio a la centella del instante, tocados por la poesía, se vuelven presentes. Lo que pasa en un poema, sea la caída de Troya o el abrazo precario de los amantes, está pasando siempre. El presente de la poesía es una transfiguración: el tiempo encarna en una presencia3.

En las obras completas de Octavio, 1935-1970. Se identifican: Libertad bajo palabra; Bajo tu clara sombra; Calamidades y milagros: Semillas para un himno; ¿Águila o sol?; La estación violenta; La hija de Rappaccini; Días hábiles; Homenaje y profanaciones; Salamandra; Solo a dos voces; Ladera este: Hacia el comienzo; Blanco; Topoemas y El mono gramático. Octavio publicó más de 40 libros: “Viento entero” escrito en Nueva Delhi: es un poema de amor donde irrumpe la historia. La experiencia en la India renueva su sensibilidad, su dioptría intercultural y así bucea la transculturalidad y también cambia su manera de escribir poesía.


En Libertad bajo palabra:

Fragmento de «Piedra de sol»

¡Caer, volver, soñarme y que me sueñen

otros ojos futuros, otra vida

otras nubes, morirme de otra muerte!

esta noche me basta y ese instante

que no acaba de abrirse y revelarme

dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,

cómo me llamo yo.


En octubre de 1987 apareció en Barcelona, Árbol adentro. El árbol está por todas partes: el chopo, por ejemplo, en “Piedra de sol” es la imagen con que abre el flujo. O “El cántaro roto” de La estación violenta, la figura del árbol es omnipresente. Elena Poniatowska tituló Las palabras del árbol (1998), su homenaje al poeta y Manuel Ulacia realiza una de las más amplias reconstrucciones de Paz en El árbol milenario (Galaxia Gutenberg, 1999). El texto concentra los temas y las metáforas recurrentes de Octavio.

La primera parte de Árbol adentro, “Cantata”, ubica el ambiente. Es una reflexión sobre la indecisión espacio-temporal para situar lo que vendrá: “Entre la noche y el día/ Entre la noche y el día/ hay un territorio indeciso./ No es luz ni sombra:/ es tiempo”. El “creyente”, que es el amante hablando a su compañera, va tanteando entre dudas el espacio y el tiempo para hablarle, para escribirle, lentamente y confesarle todo lo que representa para él. Es un monólogo/diálogo: “Hora, pausa precaria,/ página que se obscurece,/ página en la que escribo,/ despacio, estas palabras. […] Yo escribo:/ hablo conmigo/ hablo contigo”4.

Metáfora y sinestesia en Ladera Este

La sinestesia y la metáfora pueden ser el nexo de unión de tales elementos, incluso por antítesis. Una pluralidad de elementos reales puede, por lo tanto, ser sometida a unidad:

Las piedras son tiempo

El viento

Siglos de viento

Los árboles son tiempo

Las gentes son piedra.


Unidad paradigmática y relación de significaciones en la cadena de versos. Lo incompatible puede hacerse compatible en la multiplicidad de elementos contrapuestos con alternancia; sin embargo, un conjunto de sí y para sí en la unicidad cósmica.


La nieve no es sol

La música no es silencio

El sol es nieve

El silencio es música.


Esta conciliación “real” permite la separación en nuestra mente de la palabra y del objeto evocado5. El mundo, todas las cosas, comienzan a transfigurarse, María Elvira Luna Escudero-Alie cita:

Mientras lo digo/ las cosas, imperceptiblemente,/ se desprenden de sí mismas/ y se fugan hacia otras formas,/ hacia otros nombres”. “Las palabras son puentes”. Pero: “También son trampas, jaulas, pozos./ Yo te hablo: tú no me oyes./ No hablo contigo:/ hablo con una palabra,/ Esa palabra eres tú,/ esa palabra/ te lleva de ti misma a ti misma./ La hicimos tú, yo, el destino”. La mujer también es una palabra. Él la mira también entre la bruma del sueño, del a posteriori amoroso en donde ella se vuelve intemporal y va a encarnar a la primera mujer, una y otra vez: “Tú no estás dormida ni despierta:/ tú flotas en un tiempo sin horas6.

Un valle con olor a virgen: Erotismo en Paz

En él no hay divorcio sino unidad indisoluble entre erotismo y poesía, desde su centenario pulso en la extensa noche de piedra. El erotismo de acuerdo a Octavio Paz está vinculado con la poesía: La relación entre erotismo y poesía es tal que puede decirse, sin afectación, que el primero es una poética corporal y que la segunda, es una erótica verbal. (La llama doble p.10).

El erotismo es exclusivamente humano, según bien señala Paz; el erotismo implica uso extensivo de la imaginación, y por ende variación; el sexo en cambio es repetición y no es exclusivo del ser humano: “El agente que mueve lo mismo al acto erótico que al poético es la imaginación. Es la potencia que transfigura al sexo en ceremonia y rito, al lenguaje en ritmo y metáfora”. (Ibíd. P.10)7


Piedra de Sol


Cuerpo de luz filtrada por un ágata,

piernas de luz, vientre de luz, bahías,

roca solar, cuerpo color de nube,

color de día rápido que salta,

la hora centellea y tiene cuerpo,

el mundo ya es visible por tu cuerpo,

es transparente por tu transparencia, […]

y guardiana del valle de los muertos,

liana que cuelga del cantil del vértigo,

y golpea las puertas de mi alma

el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,

los nombres, los sabores, lo vivido,

se desmoronan en mi frente ciega,

mientras la pesadumbre de la noche

mi pensamiento humilla y mi esqueleto,

y mi sangre camina más despacio

y mis dientes se aflojan y mis ojos

se nublan y los días y los años

sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico

y no hay nada detrás de sus imágenes

el instante se abisma y sobrenada

rodeado de muerte, amenazado

por la noche y su lúgubre bostezo,

amenazado por la algarabía

de la muerte vivaz y enmascarada

el instante se abisma y se penetra,

como un puño se cierra, como un fruto

que madura hacia dentro de sí mismo

y a sí mismo se bebe y se derrama

el instante translúcido se cierra

y madura hacia dentro, echa raíces,

crece dentro de mí, me ocupa todo,

me expulsa su follaje delirante,

mis pensamientos sólo son sus pájaros, […].


El laberinto de la soledad


El laberinto de la soledad (1950) restituye la personalidad del mexicano en su individualidad histórica y a la nación en su sitio entre los conflictos de la civilización occidental. “Estarnos al fin solos “El laberinto”. Como lodos los hombres. Como ellos, vivimos el mundo de la violencia, de la simulación y del “ninguneo”: el de la soledad cerrada, que si nos defiende nos oprime y que al ocultarnos nos desfigura y mutila.”

Pertenecen al género títulos más cercanos a la sociología, como los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, de José Carlos Mariátegui, o Los dueños del poder, del brasileño Raimundo Faoro, o bien a la literatura, como Guatemala. Las líneas de su mano, de Luis Cardoza y Aragón, o como el Facundo de Sarmiento, y la Radiografía de la pampa, de Ezequiel Martínez Estrada8.

Octavio Paz en El laberinto de la soledad, sentencia:

El ninguneo es una operación que consiste en hacer de alguien, ninguno. La nada de pronto se individualiza, se hace cuerpo y ojos, se hace ninguno.” […] el ninguneo se relaciona con el horror a la crí¬tica y disidencia intelectual. Se opta entonces por ningunear para no enfrentar la crítica con argumentos.

En Octavio Paz priva el devenir como el ahora del Pachamama. Para las culturas ancestrales hay una estrecha relación entre todos los espacios y mundos que conforman el Multiverso. La muerte no es más que una etapa en la continuidad de la vida, la vida continúa en otro espacio. Wiñay pacha, es el tiempo donde se abre una puerta que une a las dimensiones: maqhapacha (mundo de adentro), akapacha (este mundo, este plano), alajpacha (mundo de arriba), kawkipacha (mundo desconocido) donde ya no hay pasado ni futuro, todo está aquí, en un mismo plano. Nuestros antepasados, nosotros y los seres que vendrán, por lo tanto tenemos la posibilidad de reconectarnos con nuestros ancestros, que son también nuestros descendientes, en el concepto de “circularidad de la vida”, nosotros somos el puente que une el pasado con el futuro. Para poder recibir la fuerza, la energía espiritual, la energía colectiva y la energía del linaje consanguíneo, debemos reconciliarnos.

Suele asociarse algunos autores con una sola obra, así Hombres de maíz de Asturias, de Stendhal Rojo y negro y su personaje Julián del Sorel; así a Cesare Pavese con El oficio de vivir, etc. Octavio Paz murió en su casa de Coyoacán la noche del 19 de abril de 1998 para acendrarse en El laberinto de la soledad. En 1957 escribe en “Piedra del sol”


Un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado más

danzante,

un caminar de río que se curva

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre.

Bibliografía

Declaración en DPA.

Paz. La casa de la presencia.

Luna Escudero-Alie, María Elvira. Disponible en línea: http://www.protestantedigital.com/ES/Magacin/articulo/6324/Centenario-de-octavio-paz-ii-carta-de-creencia-o 65

Paz afirma: “el nombre y lo nombrado son ya lo mismo.” En El Arco y la lira, Op. Cit. pág. 112.

Ibíd.

Luna Escudero-Alie, María Elvira. Disponible en: https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero25/o_paz.html

Paz, Octavio. El Laberinto de la Soledad (1950).Disponible en línea: http://www.lanacion.com.ar/1676306-el-laberinto-de-octavio-paz

Paz Octavio. Apariencia Desnuda. Disponible en: https://books.google.es/books?id=W0eqD3xegw8C&printsec=frontcover&dq=inauthor:%22Octavio+Paz%22&hl=es&sa=X&ei=URXeVJ-OLpGUyQT3-IH4CQ&ved=0CCIQ6AEwAA#v=onepage&q&f=false

Paz, Octavio. La Hija de Rappaccini. Disponible en: https://books.google.es/books?id=NsDratQZ7fIC&printsec=frontcover&dq=inauthor:%22Octavio+Paz%22&hl=es&sa=X&ei=URXeVJ-OLpGUyQT3-IH4CQ&ved=0CCcQ6AEwAQ#v=onepage&q&f=false

Paz, Octavio. Corriente Alterna. Disponible en: https://books.google.es/books?id=fMksYu8ccoIC&printsec=frontcover&dq=inauthor:%22Octavio+Paz%22&hl=es&sa=X&ei=5hbeVP3kI5GkyASlwoGwDQ&ved=0CFQQ6AEwCQ#v=onepage&q&f=false

Paz, Octavio. Los signos de Rotación. Disponible en: https://books.google.es/books?id=V9AwhnIIYOAC&printsec=frontcover&dq=inauthor:%22Octavio+Paz%22&hl=es&sa=X&ei=5hbeVP3kI5GkyASlwoGwDQ&ved=0CEkQ6AEwBw#v=onepage&q&f=false

Paz, Octavio. Las Palabras en Libertad. Dispohttps://books.google.es/books?id=2XscBQAAQBAJ&pg=PT259&dq=ladera+este+%22Octavio+Paz%22&hl=es&sa=X&ei=PRjeVJ3IJ82zyASrnYDICA&ved=0CDwQ6AEwBQ#v=onepage&q=ladera%20este%20%22Octavio%20Paz%22&f=false


1 Profesor universitario. Editor de la URACCAN. fredy.valiente@uraccan.edu.ni

2 Declaración en dpa.

3 Paz. La casa de la presencia. Pág. 27.

4 Luna Escudero-Alie, María Elvira. Disponible en línea: http://www.protestantedigital.com/ES/Magacin/articulo/6324/Centenario-de-octavio-paz-ii-carta-de-creencia-o

5 Paz afirma: “el nombre y lo nombrado son ya lo mismo.” En el Arco y la lira, Op. Cit. pág. 112.

6 Ibíd

7 Luna Escudero-Alie, María Elvira. Disponible en: https://pendientedemigracion.ucm.es/info/especulo/numero25/o_paz.html

8 Disponible en línea: http://www.lanacion.com.ar/1676306-el-laberinto-de-octavio-paz

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