Literatura de la Costa Caribe

Victor Obando sancho

Resumen

concepto liresco de Literatura se entiende como el arte que emplea la palabra hablada o escrita como forma de expresión. No sé si podemos asumir con toda propiedad la existencia de una literatura del Caribe Caribeña del mismo modo que hablamos de una literatura Egipcia, China, India, Árabe o Indígena de América. Aunque hayamos sido distinguidos con un Nóbel de Literatura de la región del Caribe, persistirá la necesidad de identificación de obras y autores en las que se descubran estilos o formas, temáticas o contenidos propias tanto del área insular como de la franja costera continental.

En el caso del caribe Nicaragüense los pueblos y culturas de esta región han sido, por excelencia, de tradición oral: “En las bases de la formación de un conjunto de expresiones literarias caribeñas se encuentran las poderosas raíces de la tradición oral de los africanos, los indios orientales y los amerindios”. ‘

Para significar lo anterior, hasta la década de los años 80, las lenguas rama y sumu mayangnas no pudieron o no habían obtenido su estatus escritura!; el mískitu tiene una trayectoria más larga gracias a la misión morava que lo favoreció; el creole o inglés criollo, entendiédolo como una lengua distinta del estándar, aún no se le ha definido un sistema ortográfico, los creole-hablantes deben utilizar el sistema alfabético convencional del inglés para expresarse por escrito. No obstante algunos poetas de la región expresan sus escritos en ese idioma, rico y ahíto de identidad, por ejemplo este poema de Sidney Francis:

Looking Fa a Poem

En general el sistema educativo y las instituciones estatales y religiosas ( estas últimas de presencia significativa en esta región}, promovieron y promocionaron una literatura bastante ajena y, altamente recreativa, frente al aspecto identatario y productivo al cual debe aspirar nuestra literatura regional. Esto alienó a generaciones de estudiantes que transitaron por las aulas, haciéndoles perder el sabor y valor de la literatura ‘popular’ que des-de el pueblo y para el pueblo se mantuvo siempre viva como un río subterráneo.

Si nos remontamos al pasado, para el caso de los creoles, “la mayoría de las personas de mayor edad recuerdan que los mejores maestros fueron hombres y mujeres de Jamaica. Los textos escolares eran de Inglaterra. Estos libros contenían historia, literatura, poesía, gramática y muchas otras asignaturas. Los alumnos tenían que memorizar y recitar un poema cada Viernes”.

A esto podemos sumarle una política interna de los centros escolares por enseñar el inglés estándar en detrimento no declarado del creole abriendo expectativas e insinuando aspiraciones contradictorias, de un modelo de lengua ajeno a los mismos hablantes.

Los colegios para hispanohablantes asimismo ejercitaron en los estudiantes una actitud receptiva y poco productiva; exigían la memorización de poemas generalmente extensos y de vocabulario rebuscado o exótico que casi no entendían ó simplemente eran romanticoides ; la poesía era recreada en la declamación para satisfacer a un público igualmente receptivo pasivo, poco critico. En muchos años este proceso no causó ningún impacto social, no fue sino hasta mediados de la década de los 70, donde se dan incipientes manifestaciones por cultivar en la declamación y poco menos en lo escrito una poesía comprometida, testimonial.

En la narrativa acontecía algo similar, escasos autores, escasas obras, y cuando llegó a emerger un escritor de renombre internacional, sucedió lo que suele suceder en muchos casos en nuestros pueblos, Lizandro Chávez Alfara, por ejemplo, pese al prestigio nacional e internacional adquirido desde la publicación de Los Monos de San Telmo, Premio Casa de las Américas en 1963, nos es más ajeno que propio; Chávez Alfaro traspone escenarios histórico-culturales, paisajistas y anecdóticos de esta región a un público de otras latitudes que sí ha sabido disfrutar y reconocer sus obras, por ello necesitamos conocer y profundizar más a Lizandro para apropiárnoslo.

Estas prácticas sumieron en un letargo la creatividad y producción literarias, a nuestros académicos se les obnubiló la objetividad literaria, conocimos sólo la literatura de los grandes genios o de las grandes obras clásicas, una literatura superpuesta, creándose una suerte de ‘diglosia literaria’; entre la literatura ‘culta’ y la ‘popular’ ésta era (¿lo sigue siendo?) más propia de los escenarios populares, de patio y de reuniones espontáneas de barrio, no tenía el estatus y calidad suficientes para entrar en los currículums escolares, en las tarimas de los salones de actos ni en los ámbitos académicos. Jorge Rodríguez dice que es posible señalar una vía de enlace entre el arte popular tradicional y la literatura ‘culta’ en la región.

Pero también advierte que “como han pasado estos elementos a la literatura ‘culta’, obtuvieron repulsa, fueron sofocados y vilipendiados. y la historia posterior les ha reconocido su lugar, con la debida distancia” y añade: “A través del tiempo han aparecido rendijas por las que el habla se ha ido introduciendo en la ‘ciudad letrada

Esta realidad, todavía se señorea en los salones de clase. Según un renombrado profesor de español y literatura de Bluefields, la implementación de programas de literatura en secundaria no ha contribuido en nada al desarrollo de valores jóvenes porque se estudia desde una perspectiva academicista o teórica y poco se tiende a desarrollar la actitud crítica y creativa en el estudiante. Por otro lado, ya vienen programadas las actividades y cuestionarios memorísticos en los textos. No estamos viviendo la literatura que nos ayude a sentir y lograr la expresión escrita desde nuestras vivencias hacia una literatura regional caribeña. Por ejemplo, sólo por iniciativa del profesor se ve a Nicolás Guillén. Por otro lado –continúa adolecemos de materiales de lectura apropiados. Chávez Alfaro es un buen escritor, pero de difícil lectura para los jóvenes, máxime cuando no se tiene una buena base de ella. “

La Constitución Política de Nicaragua, señala en el Arto. 89: “Las comunidades de la Costa Atlántica tienen derecho a preservar y desarrollar su identidad cultural en la unidad nacional. .. “; y en el Arto. 90: “Las comunidades tienen derecho a la libre expresión y preservación de sus lenguas, arte y cultura. El desarrollo de su cultura y sus valores enriquece la cultura nacional. El Estado creará programas especiales para el ejercicio de estos derechos”.

En el Estatuto de Autonomía en el Arto. 8 se lee: “Se establece como una atribución de los órganos administrativos de la Región Autónoma:

Estos derechos han sido débil y pobremente cultivados y defendidos por los órganos administrativos de esta región. Actualmente no existe un programa estatal (llámese Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, o Instituto Nicaragüense de Cultura, propiamente dicho) que promueva la investigación y producción literarias

Actualmente, merced a un trabajo de esfuerzo grupal de algunos interesados y de apoyo financiero de ONG’s y otras agencias y personas particulares, más que a una política estatal de implementación de programas como se contempla en el marco de derechos nacionales y autonómicos, es que se ha podido publicar y divulgar algunos trabajos.

Obras de cierta calidad literarias publicadas por la URACCAN y otros organismos son: Imágenes del Alma, de Allan Boudier (1997), Cosmovisión de los pueblos de TuluWalpa, de Avelino Cox (1998), Poemario Desde Bluefields con Amor, de Rolando Sotelo (q.e.p.d. 1998), ANTOLOGÍA POÉTICA de la Costa Caribe de Nicaragua (1998), Sumu-Mayangnas, Los Hijos del Sol. Cuentos, Mitos y poemas, de José Antonio Mairena ( 1998}.

El modelo más cercano, cercano espacialmente pero distante por su prestigio y calidad extraordinaria narrativa y literaria, es el escritor bluefilense Lizandro Chávez Alfaro. Lizandro como se sabe ha publicado varias obras en verso, pero su ‘fuerte’ es la narrativa.

Después de Los Monos de San Telmo, este autor ha publicado Trágame Tierra, Balsa de Serpientes, Trece veces nunca, Vino de Carne y Hierro, y una última novela por publicarse Columpio al aire. Chávez Alfaro incursionó en la poesía antes de desarrollar su calidad de escritor en prosa, publicó en verso, en los años 50: “Hay una selva en mi voz”, “Arquitectura inútil” y “Calendario sin Domingo

Chávez Alfaro trasciende el terreno de la poesía “porque de lo contrario me hubiera quedado encerrado en la celda de mí mismo, con mis propias intimidades” (8, comunicación personal). Ha publicado también algunos ensayos: ., Apología de Maliuin” (Malinche) y “Los caballeros andantes del Caribe”.

La Asociación de Escritores y Poetas de la RAAS, es una tímida e incipiente expresión del nivel organizativo en este campo, no existen vínculos formales con Asociaciones del Pacífico reconocidas y favorecidas con programas de publicaciones nacionales apoyadas financieramente por agencias internacionales y ONG’s. Esta Asociación con sede en Bluefields ya tuvo su prueba de fuego con la publicación de la obra ANTOLOGÍA POÉTICA de la Costa Caribe de Nicaragua (1998), donde se recogen trabajos poéticos de 33 autores con 69 poemas en total.

Pero como nos dice el profesor de literatura al cual ya hicimos alusión arriba: “hay muchas personas que están escribiendo ( y buena .poesía), pero no quieren reunirse ni organizarse, parece que escriben para que las cucarachas lean porque creen que sus trabajos ni sirven” (9, comunicación personal). Después de esta bien lograda publicación, nuestra Asociación está preparando una propuesta de publicación en prosa, cuyo fondo temático será el de recopilar y publicar aspectos de la vida de ciertos personajes que son considera dos valores históricos y culturales por las comunidades.

Ha nacido producto de nuestras elucubraciones un proyecto que lo hemos titulado (momentáneamente, mientras no encontremos otro más adecuado) “Juegos Florales de Bluefields”, el objetivo es institucionalizar. dándole un orden coherente y participativo, a las disciplinas artísticas y literarias que en el mes de octubre de cada año desarrolla la municipalidad en coordinación con el Instituto Nicaragüense de Cultura.

Por medio de los Juegos Florales de Bluefields queremos abrirle el espacio que por derecho tienen los jóvenes a cultivar y expresarse en cualquiera de las disciplinas artístico-literarias, enfatizando en el rescate de elementos y tradiciones culturales de los pueblos de la región. Buscaremos el apoyo en los maestros de español y literatura y en la Asociación de Escritores y Poetas de la RAAS.

Finalmente, estamos preparando una propuesta de trabajo para el escritor Lizandro Bluefields a trabajar y ayudar en los proyectos particulares d los que tienen tendencia literaria.

Bibliografía

Emilio Jorge Rodrigué?, revista WANI, No. 9. 1991, pg. 15

Sidney Francis, poeta costeño, uno de los 33 autores de la ANTOLOGÍA POÉTICA ...

Hugo Sujo Wilson, Historia Oral de Bluefields, 1998.

El término diglosia es propio de esta Sociolingüística. se refiere a la existencia o reconocimiento por parte de una comunidad de dos variedades de una misma lengua para la comunicación. o de dos lenguas distintas, una ‘culta’ y ta otra ‘popular’.

Comunicación oral del Lic. Pedro Chavarría L., profesor de Literatura.

Emilio Jorge Rodríguez, op cit. p. 15

lbid. p. 15

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