Madres y padres de familia sumu – tuahka, en las actividades escolares de sexto grado, escuela bilingüe: “Ronas Dolores”, comunidad de Wasakin, primer cuatrimestre del 20081

Filimón Martínez Rodolfo2

María Antonia Ríos Torres3

Resumen

La presente investigación valora la participación de madres y padres de familia sumu tuahka, en las actividades escolares de los estudiantes del sexto grado, escuela bilingüe: “Ronas Dolores”, comunidad de Wasakin.

La práctica cultural de los pueblos indígenas sumo - tuahka difiere con la cultura mestiza y otros grupos étnicos. Esto está vinculado con la cosmovisión y la forma en que se transmiten los conocimientos ancestrales. Este estudio es cualitativo de tipo descriptivo. La población de estudio son madres y padres de familia, estudiantes, docentes, directores, Consejo Escolar y lí- deres comunales. Las técnicas empleadas fueron entrevistas, observación y discusión grupal.

La mayoría de los padres de familia no hacen visitas de seguimiento en la escuela, esta labor recae casi exclusivamente en las madres. Dentro de las razones que se argumentan son: el poco apoyo de los padres a sus hijos, la pobreza, el poco tiempo y el analfabetismo. Hay desconocimiento del papel que juega el Consejo Escolar y los líderes comunales no asumen su rol para el beneficio educativo de la niñez en la escuela.

La percepción de los padres y madres es que: “La responsabilidad de garantizar el cuido del centro y mantener en buenas condiciones la infraestructura corresponde a los líderes. Pero, a éstos no les interesa la educación sino que sólo les importa su propio beneficio”. La poca participación de las madres y padres de familia afecta moralmente a la niñez, eso se refleja en el rendimiento académico, el cual es mejor en aquellos estudiantes cuyos padres están más pendientes de su desempeño en el centro escolar.

Palabras claves: Wasakin: participación de padres, actividades escolares de los estu- diantes indígenas.

Introducción

La comunidad Indígena de Wasakin está ubicada a 14 Km. al Sureste del Municipio de Rosita, en la Región Autónoma del Atlántico Norte, tiene una población aproximada de 1, 894 habitantes, según censo comunitario (S/f).

En el ámbito mundial la educación es un proceso de continuas transformaciones entre las que sobresalen: la implementación de una serie de estrategias en las polí- ticas educativas para mejorar la calidad de la educación y la equidad, se han iniciado procesos de reforma de carácter incremental y descentralizado en el contexto regional y municipal. En estos procesos se está promoviendo una mayor participación de los padres de familia y todos los actores involucrados en el proceso educativo.

En la cultura indígena sumu - tuahka hay muchos padres que no contribuyen a la educación de sus descendientes, porque en la práctica cultural de los pueblos indíge- nas no es tradición la educación de sus hijas e hijos, debido a que en las comunidades sumu - tuahka los padres todos los días permanecen trabajando en el campo, lo que limita asistir a las actividades que realizan en la escuela.

Esta situación es muy frecuente dentro de las escuelas indígenas y en la Educación Intercultural Bilingüe por falta de la integración familiar en la escuela. Esto difiere con la cultura de otros grupos étnicos, quienes han logrado integrarse más a las acti- vidades educativas. En el grupo indígena hay poca integración en estos procesos de desarrollo educativo porque tienen una formación desde su historia, donde aprenden las normas, costumbres propias del grupo, y la forma de ver la vida desde el interior de la comunidad a través de la transmisión oral de los conocimientos ancestrales.

Durante las últimas décadas gracias a la lucha de los pueblos indígenas, afrodescen- dientes y comunidades étnicas de la Costa Caribe de Nicaragua, se ha implementado la Autonomía y como parte de ella, el Programa de Educación Bilingüe Intercultural –PEBI-, lo que ha incrementado el número de escuelas, personal docente y estudiantes en áreas indígenas.

En la cosmovisión del pueblo indígena sumu - tuahka se mantiene el respeto a la cultura y sus tradiciones, con pocas concesiones hacia la cultura occidental. El énfasis está en los conocimientos que les heredaron sus ancestros. Los procesos educativos tradicionales impulsados desde el gobierno central donde les imponían una cultura ajena, sin tomar en cuenta sus creencias y percepciones sobre los mundos visibles e invisibles, no los motivaba a participar activamente en los procesos educativos.

La presente investigación se enfoca en valorar la participación de madres y padres o tutores, es la base fundamental en la interacción de todos los actores involucrados en los procesos de enseñanza – aprendizaje, lo cual contribuye a generar cambios y vencer obstáculos para el éxito de la comunidad estudiantil, especialmente en el ámbito escolar de la niñez indígena en la comunidad de Wasakin.

Revisión de literatura

Swick (1992) plantea que el paradigma tradicional de la participación determina las formas de accionar de las familias, surgiendo como respuestas a demandas concretas planteadas por la escuela. Estas demandas suelen ser trazadas de manera unidireccional a través de comunicaciones escritas: vía libretas de comunicaciones o circulares, y en términos verbales en reuniones informativas para padres de familia.

La comunidad educativa dimensiona la participación de las familias como proceso coadyuvante desde la propia escuela para reforzar el control de la tarea educativa y como parte de las obligaciones de las familias con el sistema de educación formal. Se desarrolla así un tipo de relación de carácter jerárquico y complementario.

Mc Lananhan & Sandefur (1994) sostienen que los niños que viven solamente con el papá, en promedio, son menos exitosos en la escuela y tienen más problemas de comportamiento que los niños que viven en familias integradas.

Por su parte Thomson, Mc Lanahan, & Curtin, (1992) consideran que en familias con dos progenitores podrían estar funcionando bajo la errónea suposición de que los papás no son tan importantes como las mamás en el momento de participar en los procesos escolares de sus hijos.

De acuerdo con la Secretaría del Gobierno Mexicano (2006), la Escuela aparece como una prolongación de la familia, en el sentido de asumir una tarea iniciada por la misma, a partir del momento en que tiene que administrar una formación intelectual y profesional que excede a las posibilidades operativas de la Familia. Los padres son los principales responsables de la educación de sus hijos, y ejercen su función en una forma adecuada en la mayoría de los casos.

En cuanto a la participación de los padres según el género, Luévanos (1997) plantea que la identidad de género se define como el proceso a través del cual se incorporan, cuestionan, y/o manifiestan deseos, percepciones, valores, actitudes y acciones res- pecto al proceso educativo y se tratan las diferencias de género desde una perspectiva sociocultural enfocada a los procesos de la socialización familiar y escolar a través de las historias de vida, de madres y padres de familia. La identidad de género se incorpora y se manifiesta en las situaciones cotidianas familiares y escolares: tareas asignadas y asumidas donde sobresalen para la mujer las labores domésticas y el cuido de los hijos; para los hombres, las que suponen mayor esfuerzo físico.

La URACCAN a través de su Instituto de Promoción, Investigación de la Lengua y Rescate Cultural - IPILC –(2003) consignó por su parte que las mujeres juegan un papel fundamental en la vida de la familia, de la comunidad y de la sociedad, por ser madres, educadoras, proveedoras y liderezas en las actividades en la comunidad. En todas las comunidades se ha encontrado que esta condición conduce a que las mujeres mantengan una triple jornada de trabajo.

Materiales y métodos: El estudio es de tipo cualitativo y descriptivo. La población de estudio son los estudiantes de 6to grado, escuela “Ronas Dolores”, así como las madres y padres de familia y/o tutores de los estudiantes, tanto aquellos padres que asisten a las actividades escolares de sus hijos y los que no lo hacen, por lo cual se han seleccionado 15 estudiantes bilingües, de los cuales el 50% son niñas y el mismo porcentaje está integrado por varones. Se trabajó también con 17 padres de familia integrados por 12 madres y 5 padres, se incluyó en el grupo seleccionado al docente y el director del centro, así como los cinco miembros del Concejo Escolar.

Los métodos que se aplicaron fueron la entrevista, la observación, así como la discusión grupal. Las técnicas utilizadas fueron: entrevistas, cuestionarios, grupos focales y observación no participante.

Se realizó observación durante una semana para verificar la frecuencia de las visitas de los padres y madres de familia a sus hijos durante el desarrollo de las clases, así como la revisión documental que disponía el docente como registros de visitas de padres y madres de familia. Los instrumentos utilizados fueron las guías de entrevistas, guía de observación, guía de revisión documental, Guía para grupo focal.

Resultados y discusión

Participación de padres y madres

Los padres de familia coinciden en que su participación juega un papel muy importante en cuanto a la enseñanza aprendizaje de las niñas y niños en la escuela. Manifiestan que participan en las actividades más relevantes como: las reparaciones de la escuela, el traslado de los materiales de la escuela, reparación de pupitres; por su parte las madres de familia participan en las actividades como: asistir a las reuniones de la es- cuela, limpieza del patio escolar, hacer visitas escolares, consultar a los maestros por el comportamiento de sus hijos para ayudar en la buena marcha de la educación.

Los docentes plantean que la participación de los padres es muy poca, en las reuniones y en otras actividades asisten menos de la mitad, además casi siempre son las mismas personas la que llegan; lo más relevante es que tanto las madres y padres de aquellos estudiantes con mayores dificultades, casi nunca se les ve participando ni haciendo acto de presencia en las diversas actividades.

Los estudiantes expresaron que cuando ellos tienen problemas en la escuela, algunos padres los maltratan y como los papás muy poco asisten a las reuniones no conocen las barreras y dificultades que su hijo tiene en la clase. Según los padres el niño que no aprueba su grado es por la responsabilidad de los maestros porque no tienen esa habilidad de ser educadores.

Según lo planteado por Pérez: “la participación de los padres de familia siempre ha sido un asunto importante para los educadores, pero varía en la manera en que han respondido las escuelas. Ahora la participación de los padres de familia y de los miem- bros de la comunidad se ha vuelto tan importante para el éxito de la escuela como lo son la planeación de una lección, la instrucción en el salón de clase y la evaluación”.

Los padres justifican su poca participación en las actividades escolares, por el tra- bajo en el campo y en el caso de las mujeres porque tienen mucho trabajo doméstico, ya que deben preparar la comida, lavar ropa, cuidar a los niños más pequeños y por eso no les da tiempo de asistir a las reuniones.

A pesar de las diversas razones mencionadas, la participación a favor de los inte- reses de su descendencia debe ser prioritaria ya que la educación empieza por la casa, y si los estudiantes notan desinterés por parte de sus progenitores, ellos también asumen la misma actitud y esto sólo agudiza la brecha educativa que existe entre los estudiantes indígenas, no sólo a nivel del municipio, sino de la región y el país.

Participación de tutores

De los treinta y cuatro estudiantes del sexto grado, solamente dos de ellos están bajo la custodia de tutores, que en ese caso son abuelos. Pero estas niñas y niños expre- saron encontrarse en una situación muy difícil porque sus abuelitos son ancianos y no tienen a nadie que los pueda apoyar en las necesidades que tienen tanto en el aula de clase como en el hogar. Debido a la situación de pobreza en que viven estos estudiantes huérfanos se les hace difícil estudiar, y por lo tanto estos alumnos tienen menos avances y en ocasiones se ven obligados a abandonar el centro educativo. Esto coincide con lo planteado por Mc Lanahan & Sandefur (1994); quienes expresan que: “los niños y niñas que viven con un solo padre o con tutor, en promedio, son menos exitosos en la escuela y tienen más problemas de comportamiento que los niños que viven en familias con los dos padres”.

En el caso de estos estudiantes que viven con tutor, se detectó que los tutores (abuelos), no participan en las reuniones ni en las otras actividades, esto es producto de su avanzada edad ya que deben atender otras necesidades básicas. Aunque los es- tudiantes vivan con sus abuelos o con uno de los padres, se requiere que se involucren en la educación de las niñas y niños, ya que la falta de padres es un factor que incide de forma negativa en los estudiantes, lo que puede provocar problemas de rendimiento académico por la poca asimilación, así como problemas de disciplina, que si no son conocidos por los tutores no pueden ayudar a corregirlos.

Participación de líderes

La mayoría de madres y padres de familia expresan que los líderes comunitarios tie- nen toda la responsabilidad de apoyar en la escuela de una u otra manera, así como resolver las situaciones que enfrentan en la educación. En los tiempos pasados los líderes comunitarios participaban en todas las actividades escolares, cuando en la escuela no había maestro los líderes comenzaban a buscar hasta que lograban que el educador llegara al centro para darles clases a sus hijas e hijos.

En ese tiempo los líderes junto con los padres coordinaban la buena marcha de la educación de los niños, ayudaban económicamente al maestro, los visitaban cada semana en la escuela para ver si se necesitaba realizar algunas actividades que requi- riera su apoyo; en fin, se involucraban en los procesos de enseñanza aprendizaje, de esa manera los estudiantes lograban un exitoso rendimiento en sus estudios.

La relación con la comunidad en donde se ubica la escuela en muchos casos se ve reducida a las distintas colaboraciones que se solicitan a los padres de familia, las cuales se traducen en aportes de dinero y trabajos como arreglos y construcciones para la escuela.

Este tipo de relaciones y coordinaciones no se da en la comunidad, porque los líderes actuales no cumplen su papel a como se debe; las relaciones y la comunicación con los síndicos, wihtas y pastores no es tan efectiva como debería ser; ya que se conoce que sobre todo el síndico y wihta así como el consejo de ancianos tienen muy poca relación con la dirección y el centro escolar; en los últimos años los síndicos sólo buscan su propio beneficio ya que cuando retiran los impuestos que le corresponden a la comunidad no hacen nada para mejorar la situación del centro escolar o alguna obra en la comunidad.

En este sentido hay una gran necesidad de desarrollar un diálogo entre la co- munidad, maestros, autoridades educativas y autoridades comunales para favorecer el entendimiento de las diferentes situaciones y necesidades que se presentan en el centro escolar, con el fin de lograr un trabajo colaborativo en beneficio de la infancia y de sus procesos formativos.

Formas de participación de madres y padres de familia

Visita de seguimiento

Las visitas de seguimiento son muy necesarias, de esta forma la madre o padre de familia puede enterarse de cómo va desempeñándose sus hijas e hijos en el estudio, en qué asignaturas tiene dificultades para ver de qué forma se le puede ayudar, pero sobre todo ayudar a mantener la disciplina en el estudiantado.

La mayoría de progenitores de familia entrevistados expresaron que los indígenas sumu - Tuahka se equivocan en la educación de sus hijos, porque a ellos sus padres no le ayudaron en la escuela. Algunos padres se preocuparon por educar a su hijo; pero, al final el niño no ha aprendido nada; por eso creen que con sus hijos también va a suceder lo mismo. Por esta circunstancia no apoyan a su hijo, expresan que es una costumbre de los pueblos indígenas que nunca se olvida lo que acontece en su vida cotidiana y tienden a repetir esos comportamientos, porque su educación está fundamentada en las tradiciones ancestrales. Aunque no siempre se puede decir que por el hecho de que las madres y padres no realicen visitas de seguimiento, esto se deba a que olvidaron su responsabilidad o interés; sino que como bien lo expresaron los padres tiene que ver con la cosmovisión, con la práctica cotidiana, porque ellos en muchos casos sólo repiten el modelo o la forma en cómo sus padres se portaron con ellos cuando eran pequeños e iban a la escuela. Con la observación que se realizó se detectó que el promedio de visitas semanales fue de ocho de veinte padres de familia, de los cuales siete eran madres y un solo papá realizó visitas al docente. Los padres ex- presaron que aunque casi no lo hacen, las visitas al centro escolar son importantes.

Esto coincide con lo planteado por Frank (2008) “La visita de seguimiento en la escuela, es responsabilidad primordial de los padres y madres de familia, llevar a sus hijos e hijas a la escuela y mantener el acompañamiento en cuanto a la enseñanza aprendizaje de los niños y niñas bilingües”.

Los padres de familia aducen que no apoyan a sus hijos e hijas por la pobreza, por el tiempo y por el analfabetismo, ya que hay varios que no saben leer ni escribir. Debido a la pobreza en que viven, pasan la mayor parte del tiempo trabjando en el campo, en la siembra de los cultivos, por eso no tienen tiempo para estar visitando a sus hijos en la escuela.

Debido al bajo nivel académico no les gusta participar en los procesos escolares, ni asistir a las reuniones, y cuando sus hijos llegan del colegio no les ayudan realizar sus tareas asignadas por el docente, porque no entienden lo que deben hacer. Esto se relaciona con lo expresado por Frank (2008) “Un padre o una madre sumu tuahka deben preocuparse por el desarrollo de la educación de sus hijos e hijas y dar seguimiento en la escuela porque muchas veces los padres de familia mandan sus hijos a la escuela y los dejan en manos de los docentes, olvidan su responsabilidad como padres”.

Ninguna razón es válida para que los padres y madres no asuman su responsabi- lidad en el ámbito de la educación de sus hijas e hijos, especialmente cuando se trata de jóvenes indígenas tuahka, durante muchos años estas comunidades indígenas no han tenido oportunidades de educarse en su propia lengua, por ello se reconoce el papel que juegan sobre todo las madres de familia quienes son las que más realizan visitas al centro escolar.

Participación a reuniones

En las reuniones de la escuela, los padres y madres de familia hacen sus aportes para la buena marcha de la educación de sus hijos e hijas y dan ideas para la enseñanza aprendizaje de la niñez, para la calidad educativa y el mejoramiento del rendimiento de los educandos bilingües en la comunidad. En el semestre se realizan un promedio de dos reuniones; sin embargo, los docentes expresaron que cuando hay actividades o trabajos que realizar los citan a reuniones extraordinarias. Quien participa más frecuentemente en las reuniones convocadas por los docentes y los directores son las madres de familia. Esto es porque los padres en el horario de las reuniones se encuentran en el campo realizando sus trabajos. Esto coincide con lo planteado por la Secretaría del Gobierno Mexicano (2006) donde se afirma que son frecuentes las reuniones de las madres con los docentes a propósito de alguna situación que afecte a sus hijos y para el caso de demandas de apoyo específico para la actividad escolar.”

Esta situación también está ligada con el papel asignado a las mujeres dentro de la sociedad machista y androcéntrica, donde se considera que las mujeres son las “encargadas” de velar por la educación de sus hijas e hijos. Esto muestra además una actitud despreocupada por parte de los padres ya que no están dispuestos a sacrificar un poco del tiempo que dedican a otras actividades para conocer la situación de sus descendientes en el ambiente escolar. Los maestros afirmaron que ellos invitan a los padres y que estos no llegan a la escuela por “falta de voluntad.”

También URACCAN - IPILC (2003) plantea que hay consenso de que las mujeres juegan un papel fundamental en la vida de la familia, de la comunidad y de la sociedad, por ser madres, educadoras, proveedoras y lideran las actividades en la comunidad. Desde las diversas posiciones se evidencia la sociedad en los roles desiguales asig- nados a mujeres y hombres, ha encasillado a las primeras como “responsables de la educación de los hijos e hijas” y a los segundos la responsabilidad de “proveedores”. La participación de los padres en las reuniones puede contribuir a lograr un mejor resultado en cuanto a la enseñanza aprendizaje de la niñez. Para los estudiantes que tienen problemas en la escuela con algunas asignaturas o situaciones de indisciplina o comportamientos inadecuados, es importante las reuniones que el maestro realiza ya que con el apoyo de los padres se toman acciones para mejorar la situación.

Apoyo a los hijos

Los padres y madres con quienes se realizó el estudio manifestaron que en la cultura indígena sumu tuahka casi nunca mandan a sus hijas a la escuela, porque creían que las mujeres no podían superar en cuanto a la educación, ya que desde pequeñas se dedican a los quehaceres del hogar, se les asigna el rol de amas de casas; además expresan que en las escuela los varones se pueden “robar a las muchachas”, por eso únicamente les daban la oportunidad de aprender a leer y escribir. Debido a esto la mayoría de las madres y padres solamente apoyaban a sus hijos varones. Los padres que no apoyan a sus hijas e hijos, es por la falta de recursos económicos, porque aunque tengan interés, no pueden garantizar lo necesario para que los niños vayan a clase, esto los atrasa. Los padres manifestaban que en tiempo de su niñez sus padres no les habían mandado a la escuela y por esto viven en la misma pobreza y practican las mismas costumbres que tenían los antiguos. Los padres de familia consideran que las niñas y niños bilingües, están atrasados en cuanto a su preparación educativa, porque muy poco apoyo se les puede brindar; además no tenían relación con los maestros, esto tiene como efecto que las niñas y niños abandonen sus estudios; pero es más frecuente que las niñas se retiren, porque los pocos recursos de los cuales disponen los padres los emplean en la educación de los varones.

En los grupos focales realizados con los estudiantes, expresaron que en la casa algunos padres le ayudan a su hijo o hija a realizar las tareas asignadas por los docentes; cuando las madres y padres se involucran activamente en las actividades escolares, sus hijas e hijos tienen mayor oportunidad de recibir una formación de calidad. Coincide con esto, la Secretaría de Educación del Gobierno Mexicano (2006) que expresa: “Si la escuela y el maestro son excelentes, usted puede contentarse con ser un colaborador silencioso en el estímulo de la lectura de su hijo; pero, si la escuela y el maestro es menos excelente su posición debe ser más agresiva - a veces hasta opositora – para conseguir el tipo de educación que sus hijos merecen”.

Por ello, a pesar de que en la comunidad se está trabajando con el Programa de Educación Bilingüe Intercultural (PEBI), este modelo requiere de una participación más activa de las madres y padres de familia. Es importante la visita con los maestros de sus hijas e hijos ya que de esta manera pueden enterarse en qué áreas los estudiantes tienen problemas, para de este modo ayudarles fuera de las horas de clase; la ayuda de las madres y padres de familia no está limitada por el hecho de no saber leer o es- cribir, puesto que en la comunidad todos conviven de forma armónica y hay personas capacitadas como estudiantes de secundaria, docentes, pastores que pueden apoyar en los estudiantes con sus tareas escolares que tienen un mayor grado de dificultad.

Actividades escolares

El Consejo Escolar expresó que cuando hacen las actividades escolares utilizan una estrategia, que es aprovechar los dominicales y con la ayuda del reverendo se les hace un llamado para que todas las madres y padres de familia participen en las actividades de la escuela y que asistan junto con los maestros para el mejoramiento de la educación de los niños. Las actividades más comunes en las que participan las madres y padres de familia son: reparaciones de la escuela, limpieza y aseo del centro escolar y en las reuniones. Esto coincide con lo planteado por Mc Lananhan & Sandefur (1994) que determinó que las actividades escolares en las que los padres pudieron participar durante el año es asistir a una junta escolar general, asistir a conferencias de padres y maestros planeadas regularmente, asistir a eventos escolares o de la clase y participar como voluntario en la escuela.

En las escuelas bilingües la participación en las actividades escolares debe ser más beligerante por parte de los padres, porque la formación bilingüe va mas allá de disponer de aulas en buenas condiciones, un patio limpio; también implica que los padres en conjunto con los docentes, dirección y líderes comunitarios deben realizar actividades fuera del horario escolar para superar las brechas educativas que presentan los estudiantes especialmente con el aprendizaje de la L2 (español); los padres además pueden realizar propuestas para mejorar el rendimiento académico.

Consejo escolar

La mitad de las madres y padres de familia entrevistados plantearon que no saben cuáles son las funciones de los Consejos Escolares, por eso algunas veces cuando realizan las actividades de la escuela y los progenitores no participan junto al Consejo Escolar, no existe coordinación entre ambos ya que los progenitores hacen una cosa y el Consejo Escolar otra. Por esta razón los padres no participan activamente en las actividades educativas y la escuela poco a poco se va deteriorando por la misma incapacidad del Consejo Escolar, ya que sólo una buena comunicación entre el consejo y los padres y madres de familia va a contribuir a que la escuela se mantenga en buenas condiciones y asegurar la buena marcha de la educación.

Los Consejos Escolares plantearon que su trabajo es apoyar las actividades que realizan los docentes y directores, además cuando hay que hacer reparaciones en la escuela se encargan de buscar a los padres de familia para que los apoyen, cuando hay problemas entre docentes y la dirección el Consejo Escolar se encarga de realizar reuniones y ver de qué manera se resuelve la situación. Esto coincide con lo publicado en www.sedl.org/pubs/famil, que establece que: “El consejo Escolar está diseñado para reforzar la importancia de la participación de padres de familia y la comunidad para ayudar a las escuelas a lograr sus metas, mejorar el aprovechamiento del estudiante y crear una buena relación entre los padres, madres, miembros de la comunidad y la escuela”.

En la Escuela “Ronas Dolores” hace falta beligerancia en el actuar del Consejo Escolar ya que sus integrantes están más de nombre porque casi ni visitan la escuela, en algunas ocasiones es el director quien tiene que mandarlos a buscar cuando hay algún problema.

La participación tanto de las madres y padres de familia, como de los Consejos Escolares es muy valiosa especialmente en los contextos de Educación Intercultural Bilingüe donde la comunidad juega también un rol muy importante en la educación, ya que se resuelven más fácilmente las diversas situaciones que se presentan si hay

una integración de toda la comunidad, porque hay ocasiones que los líderes puedenhacer gestiones ante otras autoridades como la alcaldía y la misma delegación del Ministerio de Educación.

Normas escolares

Las madres y padres de familia explican que antes la educación de la niñez era diferen- te, porque estos cumplían las normas de la escuela para que sus hijas e hijos tuvieran una buena educación. Construían la escuela, apoyaban económicamente al maestro, participaban voluntariamente en las actividades escolares, asistían a las reuniones de la escuela, la visitaban cuando el niño tenía dificultades y mantenían una estrecha relación con el maestro. Pero actualmente a las madres y padres de familia indígenas sumu tuahka, se les hace difícil cumplir con las normas que rigen en la escuela, por- que si un padre o madre no asiste a las reuniones no dejan entrar al niño o niña, lo mismo ocurre cuando no llegan a retirar los boletines; pero, eso más bien atrasa a las niñas y niños, porque al dejarlos fuera de la clase pierden los contenidos y luego no le entienden a lo que el maestro está desarrollando, esto provoca que algunos alumnos indígenas estén atrasados en cuanto a su educación.

Además, cuando los estudiantes son indisciplinados y los maestros los castigan, los padres casi nunca llegan para buscar la solución al problema que obstaculiza el buen desarrollo educativo, y al no haber confianza entre el estudiante y sus padres, no les informan que están castigados y que no los dejan entrar a clases. Cuando las madres y padres de familia no conocen esta situación, ni están claros de las normas que rigen en el centro de enseñanza, los que resultan más perjudicados son los propios estudiantes, porque sus padres no les ayudan a promover el respeto hacia las normativas escolares. El conocimiento de las normas es fundamental para el respeto tanto de parte de los padres y madres como de los estudiantes, puesto que cuando estas reglas se violan todo el sistema educativo entra en dificultad, porque todo sistema debe tener reglas que regulen el buen funcionamiento de todas las actividades que se realizan, por lo tanto es un deber de las madres y padres, estudiantes y demás miembros del sistema educativo, cumplir todas las normas que rigen la escuela.

Cuido del centro escolar

Según los padres de familia, por tradición no hay mucho cuido del centro educativo, debido a las condiciones de pobreza en que viven, ya que no siempre tienen recursos que aportar para el desarrollo de las actividades escolares; Además, en el estudio los mismos padres asumieron que los problemas que sucede en la escuela es por su culpa porque ellos como padres no exigen a los líderes comunales para que realicen

gestiones para el beneficio de la escuela y que se le de mantenimiento al centro esco- lar para que los estudiantes no estén en riesgo. Para las madres y padres de familia, resulta conveniente tratar de responsabilizar de todo lo relacionado con la gestión a los líderes, aunque es una realidad que éstos no apoyan como deberían ya que en la comunidad se extraen recursos, especialmente forestales y los fondos que se perciben no se invierten en el mejoramiento de la infraestructura escolar; pero, también los padres tienen responsabilidad porque ellos deben ser los más interesados en que se brinde una atención de calidad en el centro escolar.

Implicaciones de la participación de las madres y padres de familia

Rendimiento académico

Los estudiantes y docentes explican que la poca participación de las madres y padres de familia les afecta, porque repercute en el desempeño escolar y también moralmente en los estudiantes, eso se refleja en el rendimiento académico de sexto grado; durante el primer bimestre del 2008, el rendimiento es del 65%. Los estudiantes sienten que nadie se preocupa por la educación de ellas y ellos; esto tiene un efecto psicológico, porque cuando una persona no se siente valorada ni lo percibe: tiende a descuidarse y a demostrar desinterés; esto repercute en su asimilación y en su comportamiento y se puede apreciar en su rendimiento. Aunque no se afirma que la poca participación es la única causa de un bajo rendimiento académico, ya que esto está relacionado con factores como la formación del docente debido a que no es lo mismo enseñar con un modelo bilingüe que con modelo monolingüe; también influye la disponibilidad de materiales didácticos, la metodología empleada por el docente puesto que en el caso de la EIB, un problema muy frecuentemente identificado por el PEBI es la dificultad en la lecto escritura sobre todo de la L2.

Otra situación ligada a la poca participación y el bajo rendimiento académico de los estudiantes es que en esta comunidad la lengua más utilizada es el miskitu, entonces las niñas y niños en sus hogares y en la convivencia comunitaria utilizan el miskitu; pero, con el Programa de Educación Bilingüe Intercultural se está trabajan- do en el proceso de revitalización de la lengua tuahka, aunque con el inconveniente de que los materiales educativos (programas y textos) están en panamahka y hasta al docente se le hace difícil desarrollarlo; aunque actualmente están trabajando los materiales educativos en lengua tuahka; la consecuencia es que los estudiantes tienen serias dificultades porque no sólo deben aprender el tuahka, sino además el español. Ante esta situación, la tarea de la formación de los estudiantes bilingües se vuelve más compleja y requiere de apoyo de los diversos actores involucrados como padres de familia, docentes, Consejo Escolar y líderes comunales; si cada uno desempeña

el rol que le corresponde, entonces esto se verá reflejado en un mejor rendimiento académico y por ende en la calidad de la Educación Intercultural Bilingüe.

Deserción

La matrícula inicial del sexto grado en el año 2008 fue de 40 estudiantes, y actualmente hay un total de 34 con un 15 % de deserción. La mayoría de las madres y padres de familia plantearon que sus hijas e hijos que dejan su estudio es por la falta del apoyo que ellas y ellos como padres no les brindan; además, a un padre desempleado se le hace difícil resolver todas las necesidades que tiene un niño en la escuela, a veces los niños van sin zapatos a clase, o no tienen para los cuadernos o los uniformes.

Otro fenómeno es que los niños desertan por la falta de interés en la enseñanza - aprendizaje de la lengua indígena tuahka, puesto que muchas familias miskitus son nacidas y crecidas en la misma comunidad tuahka y se les dificulta en la escuela y en los hogares, porque no tienen interés de aprender ese dialecto indígena. Cuando los padres apoyan poco, porque son de escasos recursos económicos, hay más dificultad, especialmente si los alumnos ya son grandes, porque les da pena andar descalzos to- dos los días en la escuela, aunque en las comunidades indígenas es frecuente que las personas anden descalzos, pero en la escuela los jóvenes ya no quieren andar descalzos y algunos optan por retirarse de sus estudios.

Cuando se realizan las evaluaciones y se llevan muchas clases reprobadas, las per- sonas estudiantes se desmoralizan y en algunos casos prefieren dedicarse a los trabajos del campo, entonces se olvidan de sus estudios. En otras ocasiones son los padres que al enterarse de la situación académica de sus hijas e hijos, prefieren retirarlos en lugar de ayudarles. Al iniciar el siguiente año escolar la madre y el padre de famlia vuelve a mandar a su hija e hijo a la escuela y al mismo grado; pero, no le ayudan y el ciclo se repite. Esto coincide con lo planteado por Pérez, quien expresa: “los maestros direc- tores saben que el interés y la participación de los padres de familia en el aprendizaje de su hijo pueden tener un efecto profundo en el éxito en la escuela. En la deserción escolar de la niñez es frecuente que los maestros identifiquen aquellas y/o aquellos que tienen dificultad por la atención lingüística o de aprendizaje, por diferentes culturas lingüísticas que obstaculizan la trayectoria escolar de los indígenas”.

Motivación

Para las madres y padres entrevistados la motivación de la niñez en la escuela procede del hogar a través de la manera en cómo ellas o ellos estimulan a su prole en cuanto a su estudio; porque cuando sus hijas e hijos llegan a la escuela el maestro constantemente los está motivando en la clase; pero, si el padre no le agrada el aprendizaje con sus descendientes y no muestra un verdadero interés por ellos, difícilmente puede mo- tivarlos.

Según los docentes y algunos padres, los estudiantes cada día están más desmoti- vados en la escuela, sobre todo cuando sus padres no le ayudan a realizar sus tareas, no les compran lo que necesitan para desarrollarse mejor. Ante esta situación el maestro trata de encontrar las razones de ese poco interés y habla con los estudiantes para ver qué pasa, además el maestro en las reuniones trata de sensibilizar a los padres de familia para que conozcan el comportamiento de sus hijos.

Otra situación que no contribuye a que los estudiantes se mantengan motivados es que hay padres o madres que cuando llegan a retirar boletines y se dan cuenta que sus hijos o hijas han reprobado clases, en lugar de hablar con ellos los maltratan, sin saber o intentar conocer porque se está generando esa situación, esto mantiene a los estudiantes bajo presión y más atemorizados que motivados. Esto concuerda con lo que planteado en la Enciclopedia de la Psicopedagogía acerca de que “la motivación es un requisito previo del aprendizaje, desafortunadamente, a medida que los estudiantes van teniendo más edad desciende el porcentaje de los que poseen esa fundamental dosis de motivación. Sin embargo, por la misma falta de motivación un alumno en un ambiente familiar pobre, una historia de malas experiencias con otros profesores, o una capacidad intelectual limitada, obvian así el problema por considerarlo imposible, lo que es una falta de responsabilidad.”

Indisciplina

El docente de la escuela explicó que la participación de las madres y padres de familia influye en la disciplina de sus hijas e hijos, porque cuando estos participan de forma activa en las reuniones y en otras actividades de la escuela, por cuanto les ayuda para mantenerse bien concentrados en su estudio; de esta manera la participación ayuda a resolver los problemas personales de los niños en el aula de clase. Debido a que los niños observan que sus padres están integrados en todas las actividades de la escuela y se fomentan mejores relaciones con el resto de estudiantes.

Se pudo observar en general que el estudiantado se distrae bastante cuando el maestro está explicando algún contenido, esto se observa sobre todo en aquellos estudiantes cuyos padres casi nunca visitan el centro; además el docente no utilizó dinámicas u otros recursos didácticos que despertaran el interés de los estudiantes. En la entrevista a las madres y padres de familia, cuando se les preguntó sobre la disciplina de sus hijas e hijos, manifestaron que en parte el problema de indisciplina

que se presenta es porque los estudiantes no ponen interés. La poca participación de los padres y madres en las actividades de la escuela, la no asistencia a las reuniones y el poco interés mostrado en la educación de sus hijos e hijas contribuye a que en el sexto grado haya bastantes estudiantes indisciplinados, especialmente los varones, que son los que se comportan más inquietos en el aula de clase.

Infraestructura escolar

Actualmente la escuela cuenta con siete aulas construidas y un aula utilizada para la biblioteca. Esto se realizó con el Proyecto de Fortalecimiento al Sector Educativo (FOSED) en el año 2003; empero, los padres no contribuyen con el mantenimiento de esta escuela. Por ejemplo, en estos momentos las puertas de la escuela están caídas, las divisiones ya no sirven, las persianas están destruidas, los inodoros están en malas condiciones y no se pueden utilizar. Nadie se ha preocupado por buscar qué hacer, los maestros piden ayuda a los padres, estos a los líderes comunitarios y en fin la situación permanece igual. Aunque el reglamento que rige en la escuela establece que los padres de familia y los líderes comunitarios deben dar mantenimiento a la infraestructura escolar y hacer gestiones para aumentar un aula más en la escuela.

Realmente los padres indígenas y los líderes comunitarios no cumplen con ese reglamento, por esta razón en la comunidad la escuela se encuentra en condiciones de deterioro. Un estudio realizado por URACCAN - IPILC (2003) explica: “las escuelas deben aumentar la infraestructura instalada en un 40% en tres quinquenios para que el centro educativo disponga de Bibliotecas básicas actualizadas para mejorar la calidad de la educación intercultural bilingüe”.

Los padres y los líderes comunales tiene un reto porque ellos son los primeros que deben preocuparse por la escuela y por la educación de la niñez en las comuni- dades indígenas, después de ellos viene los educadores que requieren disponer de una infraestructura adecuada para instruir y enseñar a la niñez que llega a la escuela bilingüe. La misión de los líderes comunitarios y los padres de familia es buscar las alternativas de solución para garantizar una adecuada infraestructura escolar y lograr así el desarrollo intelectual de la niñez en la escuela.

Conclusiones

La mayoría de las madres y padres indígenas sumu tuahka no apoyan a sus hijas e hijos en la educación; esto se da por la situación económica de los padres, la poca disponibi- lidad de tiempo, el analfabetismo, y por las costumbres ancestrales. La participación

de los líderes comunitarios en la educación es nula, los recursos que se generan no se invierte en beneficio de la comunidad y específicamente en la educación.

Las formas de participación más usuales como las visitas de seguimiento, son efectuadas por menos de la mitad de los padres de familia con hijos estudiando y en casi todos los casos éstas son realizadas por las madres de familia. Lo mismo ocurre con la participación en las reuniones; el apoyo lo relacionan con la disponibilidad de recursos económicos y en pocos casos con la ayuda a la realización de las tareas en casa.

Las implicaciones de la poca participación de las madres y padre de familia en las actividades escolares son diversas; se detectó una influencia negativa de la poca participación en el rendimiento académico de los estudiantes; también esto influye en la deserción escolar ya que aquellos niños que no tienen apoyo de sus padres son los que abandonan las clases, debido a que no son motivados para continuar sus estudios, también se detectó que hay una relación inversa entre la participación y la indisciplina, entre menos participación hay por parte de los padres, más indisciplina muestran los estudiantes.

Lista de Referencias

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Luévanos Aguirre, Celia (1997). Folleto. Identidad de género en los procesos sociocultu- rales de la familia y la escuela.

MECD (2002). Ley de participación educativa y su reglamento. Morales Escobar Cesar (s/f). Formación cívica 4to grado.

OCÉANO /CENTRUM. Enciclopedia de la psicopedagogía.

Swick, K. (1992). An early childhood school-home learning design. champaign, il: stipes publishing.

URACCAN – IPILC (2003). Diagnóstico educativo comunitario en la Costa Caribe Nicaragüense.

Recursos electrónicos:

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Mendoza Palacios Rudy. http//www.monografias.com/trabajos21/disciplina-escolar. shtml. consultado 04 marzo/08.

Pérez de Guzmán María Victoria. Publicado en http://www.sedl.org/pubs/family30/5a. html. Consultado 23 julio del 2007.

Thompson, Mc Lananhan & Curtin (1992). Publicado en Htttp://209.85.173.104/ (consultado 15 febrero 2008).


1 Monografía realizada con el financiamiento del proyecto PATHWAY II “Support to Graduation Research Projects of Indigenous and Afro Desendant Students in URACCAN”, de la Fundación FORD.

2 Licenciado en Educación Intercultural Bilingüe de URACCAN Recinto las Minas.

Licenciada en Desarrollo Local, profesora de URACCAN Recinto las Minas. Tutora de la investigación.

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